Cuando el individuo reflexiona sobre lo que piensa,siente y hace, logra un equilibrio entre los aspectos que, si bien le permite aprender, nutrirse, de sus experiencias mientras hace, no le proporciona un estado de ánimo estable. Solo puede lograr ecuanimidad cuando el AMOR desinteresado, verdadero, dirige lo que piensa, siente, hace y reflexiona.
Considerando estos aspectos, lo que piensa, siente, hace, reflexiona y ama, podemos describir en el hombre (usando esta palabra en sentido genérico) cinco perspectivas desde las cuales este responde en sus vivencias, solucionando problemas.Las cuales podemos designar, respectivamente, como inteligencias: mental o cognoscitiva, afectiva, operacional, reflexiva y espiritual o superior.